Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 1, 21-29

21 pero como ellos informaron que en realidad no habían encontrado
fuego, sino un líquido espeso, él les mandó que lo sacasen y
trajesen.
Cuando estuvo dispuesto el sacrificio, Nehemías mandó a los sacerdotes
que rociaran con aquel líquido la leña y lo que había colocado sobre ella.

22 Cumplida la orden, y pasado algún tiempo, el sol que antes estaba
nublado volvió a brillar, y se encendió una llama tan grande que
todos
quedaron maravillados.

23 Mientras se consumía el sacrificio, los sacerdotes hacían oración:
todos los sacerdotes con Jonatán que comenzaba, y los demás, como
Nehemías, respondían.


24 La oración era la siguiente: «Señor, Señor Dios, creador de todo,
temible y fuerte, justo y misericordioso, tú, rey único y bueno,

25 tú, solo generoso, solo justo, todopoderoso y eterno, que salvas a
Israel de todo mal, que elegiste a nuestros padres y los santificaste,

26 acepta el sacrificio por todo tu pueblo Israel, guarda tu heredad y
santifícala.

27 Reúne a los nuestros dispersos, da libertad a los que están
esclavizados entre las naciones, vuelve tus ojos a los despreciados y
abominados, y conozcan los gentiles que tú eres nuestro Dios.

28 Aflige a los que tiranizan y ultrajan con arrogancia.

29 Planta a tu pueblo en tu lugar santo, como dijo Moisés.»